Se celebrará el 10 de octubre en toda Argentina, el día del industrial panadero, actividad antiquísima que desde el tiempo de los gremios medioevales está bajo la protección de San Honorato.
El pan no es un alimento más, sino el que los simboliza a todos ellos. Pocos productos hay que estén tan vinculados a la evolución del hombre a lo largo de su historia.
La ingesta diaria de 50 gramos de pan permite la reducción de la anemia hasta en un 35 por ciento o evitarla en el caso de las personas que la padezcan, lo cual se debe a que el pan contiene hierro, vitaminas como la niacina y otros agregados que incorpora la industria molinera a los nutrientes naturales contenidos en los trigos.
El pan de las panaderías, que es artesanal, se lo puede acompañar con rodajas de jamón, queso, salchichón, tomate, lechuga, comiéndolo al natural o caliente, la combinación de todos estos elementos convierten al pan en un exquisito sándwich. Las salchichas, suelen ser otras buenas compañeras, aunque la industria produce panes para panchos o hamburguesas, suele haber gente que desee comerlas junto con los panes artesanales, acompañándolos con las salsas.
En los restaurantes el pan se come con manteca, queso, tostado con ajo, sirviendo de aperitivo mientras se espera el plato principal.
En los restaurantes el pan se come con manteca, queso, tostado con ajo, sirviendo de aperitivo mientras se espera el plato principal.
En los hogares, muchas familias suelen degustar el pan con un taza de café o té, a veces convirtiéndolo en tostada, o untándolo con manteca, dulces y otras variedades. El pan se suele comer bajo variadas formas y sabores que realizan los panaderos, incorporándoles rellenos y agregados que lo hacen muy particular.
La palabra “compañero” y todas sus derivadas tienen el “pan” en su interior, ya que indica los que comen juntos, en particular los miembros de una misma profesión o los conjurados políticos.
Fuente: Ferreconsulting
San Honorato, patrono de los panaderos, nació en Francia, en la villa Ponthieu, Port-le-Grand, a comienzos del siglo VI.A la muerte del obispo de Amiens, lo fieles lo designaron sucesor. Dice la leyenda que cuando pensaba en declinar el cargo, un rayo de luz y un óleo sagrado aparecieron sobre su cabeza.En ese instante, una mujer que se disponía a cocer el pan en la casa de Honorato se negó a creer en la aparición y dijo que sólo lo aceptaría si la pala de hornear echaba raíces.Al momento una morera cubierta de follaje y flores creció en el sitio. Desde entonces, Honorato es patrono de floristas y panaderos.
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